¿Ayuda alimentaria o transferencia tecnológica? ¿Qué opción es más lógica en la lucha mundial contra el hambre?
Leí un artículo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés). Este informaba sobre la nueva mezcla instantánea de maíz y soja (CSB, por su sigla en inglés) completamente cocida, desarrollada por un científico del Servicio de Investigación Agrícola (ARS, por su sigla en inglés).
La justificación de esta CSB cocida e instantánea es abordar las preocupaciones sobre la falta de sabor, la vida útil y la distribución desigual de nutrientes de la CSB.
El científico del ARS usó una extrusora de doble tornillo para lograr estos objetivos. Es obvio para quienes están familiarizados con el costo de dicha extrusora que la intención en este caso es promover la fabricación de CSB en EE. UU. y no en la región en donde se necesita CSB.
¿Qué es la CSB?
La CSB es un producto que los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) desarrollaron hace aproximadamente 50 años, como mezcla parcialmente cocida de maíz y soja cruda. La CSB luego se fortifica con vitaminas y minerales traza. También se desarrollaron otros alimentos combinados fortificados (FBF, por su sigla en inglés) mediante diferentes combinaciones de granos y legumbres del mismo modo. La justificación de la CSB parcialmente cocida es que tendrá lugar una cocción más prolongada en agua a medida que se constituyan las gachas.
¿Ayuda financiera o transferencia tecnológica?
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las organizaciones basadas en la fe han promovido la idea del procesamiento de CSB en la región y la dependencia parcial de la caridad del extranjero para obtener el producto.
La extrusión y, en particular, las extrusoras en seco de corte alto de Insta-Pro se han usado como uno de los métodos principales de procesamiento de CSB o FBF en las regiones donde se necesita el producto.
Se proporcionó tecnología y conocimientos a los procesadores locales de muchos países donde el hambre y la inanición son preponderantes, a fin de:
- Emplear personas
- Reducir su dependencia a los alimentos del extranjero
- Capitalizar los ingredientes y recursos locales
Por otro lado, se proporciona CSB en muchos países pobres por medio de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés), con la ayuda de la Ley de Alimentos para la Paz del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Esta opción puede ayudar con la necesidad inmediata durante las crisis resultantes de los conflictos o las sequías, pero, a largo plazo, esta no debe ser una política estándar para luchar contra el hambre.
Algunos defensores de la lucha mundial contra el hambre pueden argumentar el hecho de que las políticas estadounidenses de ayuda alimentaria podrían perpetuar la pobreza. El suministro de mezclas de maíz y soja fabricadas en Estados Unidos y enviadas a empresas estadounidenses para que las distribuyan a las personas famélicas y con hambre de los países en vías de desarrollo y subdesarrollo no incentiva su independencia.
Es posible que las políticas de ayuda alimenticia no fomenten la seguridad alimenticia y no ayuden a los pueblos indígenas a desarrollar sus recursos para satisfacer sus necesidades.
El sistema ideal es proporcionar una tecnología asequible para la fabricación de CSB y otros FBF a nivel local, a fin de:
- Emplear a más personas
- Reducir el costo
- Utilizar ingredientes locales en la medida de lo posible
- Evitar depender de la ayuda extranjera
Es posible que la ayuda que proporciona EE. UU. en forma de alimentos a estos países, incluso a los que no son políticamente estables, no garantice la entrega de alimentos a las personas famélicas y necesitadas.
Cortesía de Partners in Food Solution and General Mills, Inc., este video muestra cómo uno de nuestros clientes en Zambia fabrica mezcla de maíz y soja.