Evidencia de la divergencia de la soya: ¿Qué significa?
Uno de los grandes temas que quizá haya notado en el blog de Insta-Pro se relaciona con las semillas oleaginosas, los granos y sus formas finales como ingredientes que se diferencian mucho más de lo que a menudo se asume, y esto tiene que ver con el concepto de «productos que dejan de ser básicos o genéricos». El ejemplo más claro es la harina de soya extruida en seco con alta fricción/parcialmente desaceitada (nuestro proceso ExPress®), la cual, tal como destacamos con frecuencia, es diferente y mejor que la harina de soya básica extraída por solventes (hexano). Estas diferencias las podemos demostrar con datos obtenidos de experimentos en animales (vea aquí y aquí a manera de ejemplo). Existe un caso de variaciones en los ingredientes debido al procesamiento donde se asume que las materias primeras (soya) son las mismas. Pero, a menudo, este no es el caso.
Hemos demostrado que incluso algo tan común como el maíz, un “producto básico” comercializado a nivel mundial, presenta una variación considerable debido a cambios en los niveles de humedad que afecta el rendimiento y la eficiencia de los pollos de engorde. Esto no dice nada sobre otras fuentes naturales de variación; como por ejemplo, los niveles de toxinas en el maíz que estropean los objetivos de rendimiento (vea aquí y aquí).
Las harinas de soya procesadas son la principal fuente de proteínas en las dietas para ganado de todas partes del mundo. A menudo se asume que existen diferencias en la cantidad de proteínas del grano crudo, pero no hay mucha evidencia que respalde esto. Por ejemplo, es claro que el período de crecimiento afecta la acumulación de nutrientes de la soya, lo cual, probablemente, sea unos de los motivos de por qué la soya producida en lugares con estaciones más cortas tiende a tener menos proteínas.
Pero, ¿qué sucede cuando se minimizan los efectos que genera la región geográfica o el clima? ¿Qué sucede cuando se cultivan diferentes tipos de soya, una cerca de la otra, en el mismo año de cultivo?
Resulta que hay importantes diferencias en el contenido de nutrientes según el tipo de soya. Los investigadores publicaron un estudio de hace algunos años que demuestra que las variedades de soya orgánica y genéticamente modificada (OGM), todas cultivadas en el estado de Iowa, son diferentes, tal como se muestra en el siguiente gráfico:
La soya orgánica producida en condiciones agronómicas similares tiene, de hecho, muchos más nutrientes que la soya OGM. Como se mostró antes, la soya orgánica cruda contiene más proteínas y azúcares que la soya OGM cruda. Algo que no se muestra, pero puede deducirse de los datos anteriores sobre las proteínas, es que la soya orgánica contiene más aminoácidos (como la lisina).
Y esto es importante si se toma en cuenta que la mayoría de las dietas para cerdos y aves de corral contienen algún tipo de lisina sintética para maximizar el rendimiento del crecimiento. Mientras haya más lisina disponible en la soya (y la harina resultante), menos lisina sintética se requerirá en una formulación.
Quizá ya usted intuya hacia dónde va todo esto en última instancia. ¿Por qué debemos tratar a todos los tipos de soya como si fueran un producto básico idéntico, cuando claramente no es el caso? Planee su visita a una planta de procesamiento de soya ExPress® de tamaño pequeño o mediano para tener la noción de este valor inherente en el contenido de nutrientes de la soya cruda. Simplemente no hay necesidad de mezclar toda la soya en un procesador más grande, donde los granos podrían fácilmente infravalorarse.