¿Cómo innovaría para alimentar al mundo? – Invertir en la nutrición, Parte I
Casualmente, el Día Universal del Niño (20 de noviembre) leí el Informe Global de Nutrición. Este informe habla sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG, por sus siglas en inglés) 2.2, el cual apunta a erradicar todas las formas de desnutrición para 2030. Como resultado de esta iniciativa, 193 adoptaron SDG en 2015.
Lamentablemente, las estadísticas sobre la nutrición indican que 815 millones de personas pasan hambre este año, 777 millones más que hace dos años. Lo que es nuevo es nuestra mayor comprensión sobre los problemas de (des)nutrición: la acción relativa a la nutrición no es algo ajeno a todos de lo que solo deban ocuparse los nutricionistas (recuerde el dicho: “la guerra es demasiado importante como para dejarla en manos de los generales”). Se requiere acción en relación con la nutrición para lograr los objetivos de los 17 SDG y, a su vez, se requiere acción en todos los SDG para detener la desnutrición.
La desnutrición tiene efectos adversos, como por ejemplo el término “retraso en el crecimiento”, una medida estándar de la desnutrición. El retraso en el crecimiento no solo significa “tamaño chico”. Retraso en el crecimiento significa que el desarrollo del cerebro también se ve afectado. Amigos, el desarrollo del cerebro es lo que crea futuros y economías y una vida mejor para todos. Las dietas saludables significan un mejor rendimiento en la escuela. Los niños que no se ven afectados en etapas tempranas de sus vidas por el retraso en el crecimiento tienen mejores resultados en las evaluaciones cognitivas y el nivel de actividad.
Considere esto:
- Con el calentamiento global, la mayor cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera resultará en una reducción de las proteínas, el hierro, el zinc y otros micronutrientes de los cultivos principales.
- Actualmente, se desperdicia el 30 % del alimento. Los alimentos y el agua contaminados causan pérdida de peso o la muerte de muchos niños pequeños.
- El agua sucia y la mala sanidad son responsables del 50 % de la desnutrición. Se predice que las poblaciones urbanas representarán el 66 % de la población mundial para 2050, lo que es igual a una bomba de tiempo.
- Solo el 5 % de los niños de 0 a 59 meses que necesitan un tratamiento con zinc lo reciben. El zinc es esencial para el cuerpo humano y especialmente para el sistema inmunitario, y, aunque los suplementos de zinc son muy económicos, millones de niños aún carecen de zinc.
Convirtamos el “costo” mundial de las intervenciones de nutrición en “inversiones”. Invertir en la nutrición —a través de la educación de familias, los programas de almuerzos escolares, las clases de cocina en la escuela primaria y secundaria, las campañas “comer alimentos naturales”— significa invertir en el desarrollo humano y un mejor futuro para nuestras sociedades.
Para conocer otras formas para marcar una diferencia, lea la Parte II de este blog.