Beneficios de las dietas de mayor contenido graso: Parte 1: Definiciones
Cuando se formulan dietas para animales, por momentos se tiende a asumir un enfoque tipo «clónico». Esto significa que se ingresan todos los ingredientes y la información nutricional correspondiente en un programa de formulación para generar una formulación de bajo costo. Luego, esta dieta se prepara y se utiliza.
Este enfoque se usa únicamente a un nivel muy básico, pues es seguro que estas cosas pasan (datos de ingredientes, programa de formulación, cálculo del menor costo), pero cualquier nutricionista con experiencia lo usa. Tanto las filosofías generales, como las evaluaciones informales del riesgo y la evidencia histórica localizada desempeñan una función.
Una parte importante de cualquier formulación de una dieta es el nivel de grasas o aceites (estos dos términos a menudo se usan de manera indistinta, pero tienen diferencias marcadas) en la dieta completa. Algunos nutricionistas y productores intentan minimizar la cantidad de grasa (por varios motivos), mientras que otros aumentan la cantidad total de grasa de una formulación. En esta publicación y en varias que seguirán, hablaré sobre las ventajas de usar una cantidad algo mayor de grasa en la dieta y cómo lograr este objetivo de la mejor manera.
Pero primero, como en todo análisis, comencemos por definir qué es una «dieta de mayor contenido graso». La mayoría de las dietas para animales tienen grasas o aceites añadidos.
En las formulaciones para pollos de engorde, gallinas ponedoras y cerdos, es común incluir grasas animales o aceites vegetales para aumentar el contenido energético de la dieta (las grasas y los aceites son ricos en energía), aumentar la palatabilidad y/o reducir el polvo de una dieta con pulpa. También es posible aplicar una capa de grasa luego de granular una dieta completa. El contenido total de grasa de estas dietas suele estar entre 1 y 5 %, pero existen formulaciones que se acercan al 9 o 10 %.
Las raciones para ganado lechero, especialmente las TMR (raciones totales mezcladas: cada ingrediente, incluso los forrajes, se mezclan antes de ingerirse), incluyen cantidades limitadas de grasa por muchos de estos mismos motivos. Además, algunos ingredientes proporcionan grasa by-pass al rumen para fomentar la producción de leche mediante el suministro de energía a la vaca. La regla general para la grasa total en la formulación para ganado lechero es mantener el nivel de materia seca en un 5 % o menos, para así evitar alteraciones en la degradación de fibra en el rumen. Sin embargo, si la grasa by-pass es mayor en un ingrediente determinado, quizá sea posible superar este nivel sin perjudicar la función del rumen.
En las dietas para acuicultura y mascotas, a menudo se incluyen niveles mucho mayores de grasa. Por ejemplo, los peces carnívoros a menudo ingieren dietas con niveles de grasa de un 20 % o más, e incluso los peces omnívoros como la tilapia ingieren dietas con un 10 % o menos de grasa. La dietas para gatos contienen niveles de grasa de un 20 % o más, mientras que las dietas para perros a menudo contienen entre 10 y 15 % de grasa.
Es importante destacar que, cuando analice los beneficios de las dietas de mayor contenido graso en futuras publicaciones del blog, haré referencia a los niveles de grasa y/o aceite dentro de los niveles normales detallados aquí (a menos que se indique lo contrario). Además, también se mencionarán las implicaciones de tipos específicos de grasas o aceites.