¿Debo invertir en África?
Los inversores extranjeros —así como los africanos que viven en el exterior— se preguntan lo mismo.
Ernst & Young encuestó a 500 líderes comerciales mundiales y publicó los resultados en la Encuesta 2013 sobre el atractivo de África: http://www.ey.com/Publication/vwLUAssets/Africa_Attract_2013_-_Getting_down_to_business/$FILE/Africa_attractiveness_2013_web.pdf.
La mayoría (86 %) de estos líderes comerciales clasifican a África como el segundo destino de inversión más atractivo del mundo, después de Asia.
Las empresas que ya realizan negocios en África son abrumadoramente positivas. Entienden los riesgos y ven las oportunidades.
Pero una minoría, sin presencia comercial en África, permanece categóricamente negativa y clasifica a África como el destino de inversión menos atractivo. Para ellos, África aún es un cliché de guerra, enfermedad y miseria.
La mala infraestructura, especialmente el suministro eléctrico, se indica como uno de los principales desafíos. Por lo tanto, no es de sorprender que Sudáfrica encabece la lista de los destinos de inversión más atractivos, gracias a su infraestructura bien desarrollada, estructuras políticas estables y gran mercado nacional. Sudáfrica, Marruecos, Nigeria, Egipto y Kenia componen los “principales cinco” países en los que invertir.
“Para 2040, sin duda alguna, Nigeria, Gana, Angola, Egipto, Kenia, Etiopía y Sudáfrica serán considerados las fuerzas motrices de la economía mundial”, dice Ajen Sita, mandamás de Ernst & Young en África.
Pero para eso falta mucho. Afortunadamente, el Fondo Monetario Internacional dice que, para 2015, 7 de las 10 economías de mayor crecimiento del mundo estarán en África. Se espera que el PBI del continente llegue a USD 2,6 billones para 2020.
Los fondos de capital privado (PE) en África generan ingresos de un 14 a un 25 % y, en ocasiones, de mucho más. Están destinados a diferentes oportunidades: energía, recursos naturales, infraestructura como hoteles y centros comerciales, servicios financieros y cadenas de valor para la agricultura. El año pasado, se invirtieron casi USD 1200 millones en África subsahariana, http://m.news24.com/fin24/Economy/Africa-private-equity-deals-grow-to-1bn-20130206, aunque la mitad se destinó a un solo país: Sudáfrica. Mientras tanto, la inversión en el norte de África alcanzó casi un punto muerto.
Savills, la consultoría inmobiliaria, compara las oportunidades de inversión agrícola en África con el Brasil de 1970: http://www.agrimoney.com/news/africa-is-the-brazil-of-the-1970s-in-agriculture–5806.html.
Hace cuarenta años, dice la empresa, Brasil tenía un potencial agrícola limitado, una mala infraestructura y una economía débil, pero la inversión en la infraestructura,
las facilidades de créditos y la reforma política convirtieron a Brasil en una potencia agrícola.
La soya ayudó a transformar la economía brasileña. La soya también colaboró con las economías africanas. Hay mucho espacio para la mejora. La producción de soya en África subsahariana actualmente está en un 32 % de su potencial y le producción de maíz, tan solo en un 20 %.
Savills cree que los inversores en tierras de cultivo pueden esperar un rendimiento interno de un 8 a un 25 % en 5 a 10 años. Una vez que se opere a máxima potencia, lo cual puede demorar 5 años en un sitio no desarrollado, una granja promedio debería producir ganancias
de un 20 a un 25 % sin intereses, impuestos, devaluación y amortización (EBITDA). El crecimiento del capital puede ser de un 30 %, como máximo, en los primeros 5 años.
Savills advierte sobre las acusaciones de acaparamiento de tierras y recomienda invertir en granjas de 1000 a 5000 hectáreas, lo suficientemente grandes para que las economías crezcan, pero lo suficientemente pequeñas para
evitar el acaparamiento. Con más de 5000 hectáreas, los inversores deben esperar ser víctimas de los activistas que están en contra del acaparamiento de tierras.