Por ahorrarse un centavo, se pierde un dólar
Hace poco compramos ventanas nuevas para mi casa, pues queríamos reemplazar las ventanas originales que eran ineficientes y pasadas de moda. Solicité a tres empresas de ventanas que me enviaran su propuesta para reemplazarlas. Cada empresa envió a un representante a medir las ventanas, explicar su producto y servicios, y entregarnos una cotización. Como era de esperarse, teníamos una opción económica, una opción intermedia y una opción de alta calidad.
Inmediatamente rechazamos la opción económica de baja calidad, porque no valía la pena reemplazar ventanas viejas por ventanas económicas si después habría que volver a reemplazarlas dentro de cinco años. Finalmente elegimos la opción de alta calidad a pesar de ser la oferta más alta. Nos decidimos por la calidad y la tranquilidad, así como también por el valor de reventa a futuro. Ahora que tenemos las mejores ventanas del mercado, no nos tendremos que preocupar por ellas en muchos años. Incluso si tuviéramos un problema, la empresa que elegimos tiene un excelente equipo de asistencia postventa.
Al igual que con las ventanas de mi casa, al momento de comprar bienes de producción hay que pensar en todo el retorno de la inversión. ¿Qué obtendré de esta inversión dentro de cinco o diez años? Si se elige la opción económica, ocurrirán más averías, el servicio será deficiente y se tendrá que comprar equipos nuevos en menos tiempo. No solo eso, si la extrusora no puede cocinar los productos correctamente, también se perderán clientes.
En principio uno podría prensar que la decisión más prudente es comprar el equipo más económico; sin embargo, si la máquina se avería y demora dos semanas la reparación, ¿cuánto dinero se terminaría perdiendo? Esperaré a que haga el cálculo…
En resumen, mi consejo es que si usted está expandiendo su negocio, desea reemplazar equipos o está comenzando a incursionar en el proceso de extrusión o fabricación de piensos, piense en la calidad, la tranquilidad y lo que eso puede significar en unos cuantos años. No cometa el costoso error de ahorrarse un centavo para terminar perdiendo un dólar.